Los grandes trabajos no son hechos por la fuerza, sino por la perseverancia.
Podemos tomar a la fantasía como compañera, pero debemos seguir como guía a la razón.
La conversación más agradable es aquella de la que no se recuerda nada con precisión, pero deja una impresión general agradable.
El autor que ha alcanzado fama corre peligro de verla disminuir, tanto si se sigue escribiendo como si deja de hacerlo.
Patriotismo es el último recurso del bribón.
Los primeros días del hombre son provisión para los últimos.
Ningún gran hombre ha alcanzado su grandeza por medio de la imitación.
Toda vida tiene algo de provecho.
La gente te ve como te ves a ti mismo.
Un noble ejemplo es más eficaz que los preceptos.
Las cadenas de la costumbre son tan sólidas que no se sienten, hasta vuelven tan fuertes que nadie las puede romper.
Donde no hay esperanza no puede haber esfuerzo.
Las diversiones publicas son beneficiosas porque apartan a la gente del vicio.
No hay ningún libro por pobre que sea que no sea un prodigio.
¡Cuán cerca está de ser bueno lo que es hermoso!.
Pocas cosas son imposibles a la diligencia y laboriosidad.
Toda cita literaria contribuye en cierta medida, a la estabilidad o al incremento del lenguaje.
Admiro mucho a la mujer. Me encanta su belleza, su delicadeza, su vivacidad, y su silencio.
Los dos poderes más apreciados en un autor son: convertir en familiares las cosas nuevas y en nuevas las familiares.
La superioridad de algunos hombres es meramente local. Son grandes porque sus asociados son pequeños.